En la región de Amur, las intensas inundaciones destruyeron más de doscientas cincuenta y cinco mil hectáreas de cultivos agrícolas.
Las pérdidas provocaron no solo la pérdida de un rendimiento enorme, sino también el riesgo de que el ganado agrícola local de pequeños y bovinos pudiera permanecer indefinidamente sin alimento.
Según los expertos del Ministerio de Agricultura de la Región de Amur, para suministrar alimentos a los criadores de ganado locales, se requerirán al menos trescientas veinte mil toneladas de forraje. Además, no se puede prescindir de cientos de miles de toneladas de ensilaje y una cantidad aproximadamente igual de alimento concentrado.
Es de destacar que en los espacios abiertos de Amur a principios de año se asignaron unas veinte mil hectáreas de tierras agrícolas, en las que se sembraron varios tipos de cultivos de hierba perenne.
En cuanto a los campos con plantas perennes, su índice de área este año fue de ciento noventa y un mil hectáreas. Para el posterior aprovechamiento de ensilaje en la región, se sembraron seis mil doscientas hectáreas de maíz. Aquí hay solo lluvias torrenciales, ríos derramados y las inundaciones resultantes violaron los planes de los procuradores de forraje.
Para resolver el problema de la escasez de alimentos, las autoridades de Amur planean buscar ayuda de los productores de alimentos en otras regiones de la Federación Rusa.